viernes, 10 de octubre de 2008

En el mundo perfecto la fiesta se arma sola

Efectivamente, en el mundo perfecto sucede que cuando quieres fiesta... hay fiesta!

Los cuates nunca traen mala actitud ni ponen cara cuando los llevas a una fiesta bizarra...

No se aburren ni incomodan porque traen la fiesta dentro (en los corazones...), lo que elimina del mundo perfecto esos momentos de incomodidad y silencio en los que lo mejor que uno puede hacer es quedarse sentado en las sillas metálicas, en hilerita todos, y en silencio, mirando a todos los demás invitados con extrañeza y recelo.

Y bueno, gracias a la perfección del mundo perfecto, en el mundo perfecto no hay que esperar a que la fiesta se ponga buena una vez que todos estén bajo los efectos del alcohol, porque de hecho desde que uno llega hay alcohol y eso... eso le llena a uno el corazón de alegría y gozo! Y así, el espíritu festivo no se hace esperar.

Así son las fiestas en un mundo perfecto...

1 comentario:

Daniel Ricardo dijo...

ya el faisaaaalllll jajaja

when things works...